Por ser los grandes reguladores del clima, por los productos que nos ofrecen y los servicios ecológicos que nos prestan, os mares son vitales para el funcionamiento del planeta y para mantener la vida en la Tierra tal como la conocemos, por lo que es vital su conservación y aprovechamiento responsable, consideró Alejandro Robles González.

El presidente de NOS Noroeste Sustentable participó como invitado en Atlas Aquática, una iniciativa de divulgación de la ciencia impulsada por Mares Mexicanos. Entrevistado por el conductor Iván Carrillo para la sección Escafandra, relató sus primeros encuentros con el mar de la mano de su padre y cómo desde entonces ha moldeado su vida.

“Mi primer recuerdo del mar como algo increíble fue como a los 5 años, cuando mi padre me llevó a bucear a la isla de Sacrificios, frente a las costas de Veracruz, en un arrecife coralino y que al sumergirme con el visor, ver un montón de pececillos de colores increíbles escondiéndose y nadando entre los corales. Esa imagen todavía la tengo presente hoy en día”, recordó.

Robles González agregó que de esas vivencias que compartió con su padre aprendió que al mar no hay que tenerle miedo, pero sí mucho respeto.

“Ya mayor decidí estudiar cuestiones relacionadas con el mar, estudié ingeniería bioquímica y ahí conocí al mar desde un punto de vista más científico, por decirlo así, desde el punto de vista de la investigación, participando mucho en cruceros de investigación, en colectas de buceo, en cuestiones de mamíferos marinos, de peces y me relacioné del mar de una forma distinta”, comentó.

Profesionalmente, el presidente de NOS Noroeste Sustentable expresa que ha trabajado 17 años en conservación internacional, por lo que el mar ha estado presente prácticamente a lo largo de toda su vida.

El cambio climático es una amenaza real

Por su impacto global, Robles González señaló que hoy en día el cambio el cambio climático representa la más grande amenaza en la lucha por la conservación de los mares.

“Para mí es la amenaza sistémica mayor o más preocupante, porque es la que le cambiaría completamente la cara a los mares como los conocemos y para lo cual las medidas estrictamente locales no son ninguna solución necesariamente”, aseguró.

Las consecuencias del cambio climático en todos los mares del planeta van desde el calentamiento, el cambio de las corrientes, el blanqueamiento de los corales, la acidificación, entre otras, dijo.

Otras amenazas para los océanos, detalló, son la pérdida de biodiversidad, por lo que es necesario evitar la sobreexplotación en la pesca; la destrucción de los hábitats críticos como los manglares, la creciente presencia de plásticos y micro plásticos, la minería submarina y el tráfico marino.

Dependemos del mar

Los océanos nos proveen de productos pesqueros para alimentarnos, regulan el clima global y además producen oxígeno, pero también nos ofrecen otro tipo de cosas como la belleza de sus costas y genera toda una economía basada en el turismo, expuso Alejandro Robles.

“Son muchos los beneficios que obtenemos de nuestros mares y por lo cual es fundamental el poderlos conservar, el poderlos aprovechar muy responsablemente”, sostuvo.

Incluso, indicó que las personas que viven alejadas de los mares pueden hacer muchas cosas para ayudar en su conservación, porque las elecciones que cada persona toma al escoger lo que va a comer, su vestimenta o cómo se va a divertir impactan en el planeta.

El presidente de NOS Noroeste Sustentable que las personas ayudan a la conservación de los mares y del planeta al elegir sabiamente productos de pocas emisiones o de cero emisiones.

“El único poder que tenemos es el poder de elegir lo que compramos y creo que en eso radica el poder de transformar una economía de no sustentable a sustentable, el poder privilegiar con nuestras elecciones a aquellas empresas, aquellos productos que provienen de procesos sustentables, de procesos que no incrementan el cambio del climático, que no ponen más CO2 en la atmósfera”, expresó.

Una mirada de esperanza

Alejandro Robles reconoció que los indicadores no son alentadores y muestran una creciente tendencia de deterioro de los océanos, pero con optimismo imagina un futuro con mares sanos, libres de contaminación, con vida abundante, y ciudadanos conscientes, cuidando, respetando, restaurando estos mares, aprovechando esa vida que brindan sin abusar de ellos.

“Puedo ver comunidades costeras usándolos con mucha responsabilidad y con mucho cuidado, respetando sus procesos ecológicos, respetando sus hábitats críticos. Veo pescadores restaurando ecosistemas con su conocimiento empírico que tienen, los veo pescando bien, llevando sus productos a mercados responsables. Veo también cultivando el mar de una forma correcta y sustentable, y produciendo la proteína que necesitamos del mar”, dijo.

También ve la necesidad de mantener grandes porciones de los océanos, tanto en las costas como en mar abierto, completamente reservadas de las actividades humanas, porque esas zonas silvestres son sumamente importantes para poder lograr que el mar siga brindando a la humanidad todos los beneficios que le ha brindado hasta hoy.